APLICABILIDAD
REPRODUCCIÓN VEGETATIVA DE LA PAPA
Existe la reproducción de las plantas asexual natural; en las plantas inferiores podemos encontrar mitosporas (esporas producidas por mitosis), que son muy comunes además en hongos, y bastante generalizados encontramos a los denominados propágulos. En sentido estricto, son estructuras de propagación que se encuentran en los conceptáculos de algunas briofitas, pero además toman ese nombre los tubérculos, rizomas, estolones y bulbos. Los primeros, como la papa o patata, comprenden porciones de tallos subterráneos, ricos en material nutritivo, que en general toman una forma más o menos esférica. Las yemas se desarrollan en su superficie, y son las que dan origen a nuevas plantas. Reciben vulgarmente el nombre de “ojos”.
Los rizomas son tallos subterráneos, no raíces propiamente dichas, y al fragmentarse pueden generar nuevas plantas. Los estolones son ramas que crecen mucho y alcanzan a tocar el suelo, tras lo cual enraízan y generan una nueva planta. Por último, los bulbos son tallos cortos, que poseen una yema terminal rodeada de hojas, las cuales almacenan la reserva alimenticia. En las axilas de estas hojas se generan bulbos de renuevo, los cuales se desprenden para dar lugar a nuevas plantas.
Se le llama reproducción vegetativa aquella que se produce por medio de estacas, retoños, tubérculos y bulbos.
Reproducción de tubérculo: esta es la siembra de trozos medianos y pequeños que tengan por lo menos un ojo o retoño, ejemplo la papa. El ajo y la papa son ejemplo de bulbos.
Un tubérculo es un tallo subterráneo modificado y engrosado donde se acumulan los nutrientes de reserva para la planta. Posee una yema central de forma plana y circular. No posee escamas ni cualquier otra capa de protección, tampoco emite hijuelos. La reproducción de este tipo de plantas se hace por semilla, aunque también se puede hacer por plantación del mismo tubérculo. Es así como se realiza casi siempre la siembra de la patata o papa.
El tupinambo o pataca (Helianthus tuberosas), la papa o patata (Solanum tuberosum), la oca (Oxalis tuberosa), el ñame, la mandioca o yuca (Manihot esculenta) o la chufa (Cyperus esculentus) son algunas de las especies que producen tubérculos comestibles.
El tupinambo o pataca (Helianthus tuberosas), la papa o patata (Solanum tuberosum), la oca (Oxalis tuberosa), el ñame, la mandioca o yuca (Manihot esculenta) o la chufa (Cyperus esculentus) son algunas de las especies que producen tubérculos comestibles.
REPRODUCCIÓN VEGETATIVA DE LA CEBOLLA
La cebolla se reproduce por semillas o bulbos. En el caso de las variedades de invierno, las semillas se siembran en semillero a principios de la primavera, o directamente en el terreno definitivo. También se pueden sembrar en semillero como lugar definitivo para el posterior consumo; en ese caso hay que hacer un aclarado cuando las plantista hayan crecido algunos centímetros.
En cuanto a las variedades de verano, se sigue el mismo procedimiento entre los meses de septiembre y octubre. La siembra directa en tierra obliga siempre a realizar un aclarado de las plantitas. Al hacer el trasplante podar un poco las raíces de las plántulas antes de enterrarlas.
En la reproducción por bulbos, se toman los ejemplares inmaturos de la cosecha anterior (los que han germinado) y se plantan en marzo directamente en el terreno definitivo; no hay que enterrar demasiado los bulbos, se hará dejando el tallo incipiente asomar ligeramente por encima de la superficie del suelo. La plantación se realiza en eras, dejando entre éstas y cada planta unos 15 cm. de distancia. También se pueden plantar en bancales (inclinadas) para forzar el enraizamiento.
El suelo debe estar bien estercolado antes de proceder a la siembra o trasplante; corregir añadiendo cal si es demasiado ácido. Al igual que sucede con los ajos, a las cebollas le conviene un suelo rico en potasio y fósforo, que pueden ser incorporados añadiendo cenizas procedentes de la combustión de troncos o maderas. Los riegos deben ser moderados.
REPRODUCCIÓN VEGETATIVA DEL PASTO
La pangola es un pasto estolonífero con una alta capacidad de crecimiento (horizontal), lo cual hace que se le considere como uno de los pastos de más fácil establecimiento. Por esta razón ha sido una de las especies forrajeras introducidas que ha mostrado mayor aceptación entre los ganaderos del país y, en especial, en la región nor-oriental
. Uso: Generalmente, se usa como pasto para pastoreo directo, y, para conservación, en forma de heno, teniendo en ambas formas, una excelente aceptabilidad por los rumiantes.
Método de siembra: Para el establecimiento de la pangola se utiliza semilla vegetativa (tallos, cepas pero preferiblemente por estolones), ya que no produce semilla sexual viable.
La cantidad de estolones requerida para sembrar una hectárea depende del método que se utilice. Si la siembra se realiza al voleo, se recomienda de 1.500 a 2.000 Kg./ha, mientras que, en la siembra por surcos, la cantidad a emplear varía entre 1.000 a 1.200 Kg./hectárea.
Existe otra modalidad de siembra, que consiste en el espaciamiento de la semilla (al voleo o en surcos), en franjas. Con este método se requiere menos semilla, disturbándose el suelo y la vegetación nativa sólo en las áreas o franjas de terreno a sembrar. Una vez que el pasto se ha establecido en las áreas sembradas, se procede a la preparación de las áreas restantes, la cual será cubierta progresivamente por los nuevos estolones sin la necesidad de sembrar. De esta forma se economiza semilla y mano de obra, pero el establecimiento del pastizal toma más tiempo.
Suelos: La pangola crece bien en una variedad de suelos, desde los arenosos como la mayoría de los suelos de sabana Pangola (Digitaria decumbens) sabana, hasta los arcillosos y suelos pesados. Alcanza mejor desarrollo en los suelos franco-arenosos y franco-arcillosos y sobre todo bien drenados, pues el pasto no tolera excesos de humedad.
Fertilización: La pangola es exigente en nitrógeno, fósforo y potasio, de tal manera que progresa bien en suelos más fértiles. En general, los suelos de sabanas son pobres en estos elementos. Por lo tanto, para el establecimiento y mantenimiento de esta especie, debe considerarse el abonamiento del suelo con estos nutrimentos. La cantidad de estos elementos a incorporar al suelo, dependerá, en todo caso, del análisis previo del mismo y de las recomendaciones técnicas de un agrotécnico o asistente técnico.
REPRODUCCIÓN VEGETATIVA DEL CROTO
El acodo aéreo es un excelente método de multiplicación vegetativa, ya que obtenemos una réplica exacta del árbol padre en un tiempo relativamente corto. Si nuestra planta florecía y fructificaba, la que obtendremos a través del acodo también seguirá haciéndolo. Además, con este método podemos obtener plantas gruesas y con el sistema radicular en el lugar seleccionado previamente por nosotros.
Pero este método no se limita solo a la multiplicación de plantas, en el caso del bonsái es muy utilizado para corregir defectos, como un sistema radicular defectuoso o acortar la altura de un tronco.
Esto último, acortar la altura del árbol, es que necesitamos hacer con este pre-bonsái. Se trata de un olivo recolectado, al cual se le comenzó a formar la copa. Su tronco posee poco carácter y no hay proporción entre el mismo y la copa. Solucionaremos estos defectos por medio del acodo aéreo.